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BARRA DE LABIOS NAUGHTY VIBRANT - CLEO

37  IVA INCLUIDO

15 disponibles

Livraison estimée entre 2024/11/17 - 2024/11/18

Ahora la marca LYPS STIYLE ha lanzado un pintalabios vibrador de calidad, con 10 increíbles modos de vibración, envuelto en silicona antialérgica suave como la seda. Ahora no sólo un pintalabios es un símbolo de feminidad, también es un símbolo de placer, la evolución y la historia han llevado a la mujer al razonamiento y a la libertad, el placer ante todo es bienestar, por eso LYPS STYLE se inspira en la historia del pintalabios femenino, y en honor a sus 100 años de historia, ¡aparece el mejor pintalabios vibrador para la mujer de hoy!

  • Silicona antialérgica
  • USB recargable incluido
  • 10 modelos de vibración
  • 1 motor
  • Potente y silencioso
  • Batería de iones de litio
  • Fácil de limpiar

Aunque su creación puede ser incluso más antigua si tenemos en cuenta los pigmentos utilizados por las culturas egipcia y griega, la barra de labios tal y como la conocemos se encuentra todavía en su primer siglo y sigue siendo un complejo símbolo de feminidad.

¿Hay alguna mujer que no lleve pintalabios en el bolso? Tal vez, aunque no se puede negar que la barra de labios es un símbolo de la belleza femenina y un icono de la cultura popular. La barra de labios tiene 100 años y sigue siendo el producto de maquillaje más vendido, con casi mil millones de unidades vendidas en todo el mundo.

La historia de la barra de labios puede ser incluso más antigua, si se tiene en cuenta el principal maquillaje utilizado por las mujeres en la antigüedad. En parte de Egipto, ciertos pigmentos naturales servían de base para el maquillaje actual. Se fundían ceras para dar ciertos colores que se utilizaban en los ojos y la boca, pero en principio sólo estaban permitidos para la clase social aristocrática (Véase también ¿Qué pasa si las mujeres quieren maquillarse?).

En Grecia, las mujeres solían pintarse los labios para indicar que eran prostitutas, mientras que en Roma lo hacían las mujeres de clase alta.

Los antiguos faraones y reyes también se maquillaban, aunque no se trataba ni mucho menos de una cuestión de vanidad, ya que el maquillaje se relacionaba con el alejamiento de los espíritus y las propiedades medicinales. Por ejemplo, se atribuían propiedades para suprimir el mal de ojo o para representar la fuerza de los antepasados.
Pero la revolución llegaría en 1915 de la mano del fabricante estadounidense Maurice Levy. Con la idea de facilitar la aplicación y eliminar el tedioso proceso de necesitar una brocha -que paradójicamente hoy vuelve a estar de moda-, Levy y otros fabricantes pensaron que la solución era una presentación más sencilla e higiénica.

Tras muchos intentos, Levy creó un bálsamo en forma de barra, al principio un poco inestable, pero que más tarde se convirtió en el producto que vemos hoy. En pocas palabras, ideó una barra de labios unida a una plataforma -que se deslizaba a medida que el pintalabios se desvanecía- y que estaba dentro de un tubo metálico con tapa. De este modo, la barra pasó a ser reutilizable.
Aún hoy, algo tan sencillo sigue siendo el producto por excelencia y un complejo símbolo de feminidad. Adorado por la mayoría, pero sometido a la mirada de los más radicales que lo califican de opresivo, machista, provocador y terriblemente sexual, el pintalabios sigue dominando, sin embargo, el mercado de la belleza.
"El pintalabios se percibe como un artículo de consumo y cuidado personal aceptado en un entorno donde se desea la modernidad y predomina el éxito profesional como objetivo vital (...) Pero no debemos olvidar la función primordial del maquillaje, que es crear una ilusión visual.

Modifica temporalmente el rostro y, en consecuencia, la forma en que sus usuarias se presentan ante los demás", según describe un estudio de la Universidad Católica del Perú titulado "Pintalabios: identidad, presentación y experiencias de feminidad".

-Rojo pasión.

Esta investigación también sugiere que ciertos colores acentúan estas prácticas machistas. El color rojo en los labios siempre ha tenido una connotación eminentemente sexual.

"Los elementos que identifican la feminidad pueden estar infravalorados, pero contienen discursos y conocimientos que nos dicen lo que significa para la sociedad no sólo ser mujer, sino también alcanzar una determinada imagen ideal. La industria cosmética juega con estos valores simbólicos", dice el texto.

El matrimonio entre el maquillaje y la publicidad ha dado lugar probablemente a una de las armas de difusión masiva más poderosas de todos los tiempos. Desde las revistas, los medios de comunicación y ahora las redes sociales, el ideal de perfección, de moda, de tendencias, el ideal de ser mujer, hombre, niño, homosexual, se pone de relieve mediante presentaciones constantes de modelos de esta vida.

El pintalabios ha desempeñado un papel importante en momentos clave de la historia. Además de ser un elemento del teatro, por ejemplo, fue un producto comercializado por Elisabeth Arden durante la Segunda Guerra Mundial en una campaña titulada "La campaña como deber", en un intento de paliar la crisis que atravesaba el mundo.

INFORMACIÓN SOBRE EL PRODUCTO:

  • Longitud total: 10,2 cm
  • Diámetro: 2,5 cm
  • Peso: 45 gr
  • Material: silicona
  • Color de la caja: blanco y rosa
  • Resistente al agua: Sí
  • Batería: Sí, recargable por USB

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